Continúa el Argentino de Cestoball en La Pampa
Continúa el Argentino de Cestoball en La Pampa
Por primera vez el campeonato nacional masculino se está disputando en La Pampa, y no recibía al femenino desde hacía 21 años. El Gobierno provincial hizo un aporte fundamental para que el sueño de la Federación se pudiera concretar y en estos días se está disfrutando de una competencia que -además de su valor deportivo- genera un gran impacto comercial. La celebración del Campeonato Argentino de Cestoball, Oscar “Zurdo” Nuñez, en Santa Rosa y Toay, marca un hito para la Provincia: es la primera vez que La Pampa se convierte en sede de este importante torneo nacional en la categoría masculina. Además, hacía 21 años que no se desarrollaba aquí ese certamen, el más importante del país, en la rama femenina. La presencia del Estado pampeano ha sido fundamental para que este sueño de las autoridades de la Federación se concretara. “Les dimos ayuda en lo relacionado con traslados, comidas, alojamiento, actos de apertura y cierre. Nos parecía importante respaldar la iniciativa para convertirnos transitoriamente en la capital nacional del cestoball. Siempre estamos cerca de las asociaciones y federaciones provinciales para ofrecerles nuestro acompañamiento cuando tienen que afrontar eventos como este”, resaltó a la Agencia Provincial de Noticias el subsecretario de Deportes, Recreación y Turismo de La Pampa, Ceferino Almudévar. El funcionario destacó que un campeonato de estas características no sólo tiene la importancia intrínseca que encierra como acontecimiento deportivo, sino que también “genera movimiento y tiene un gran impacto en el comercio local”. Almudévar no ocultó el orgullo pampeano por un hito histórico, “es la primera vez que el Campeonato Argentino masculino se está jugando en nuestra Provincia. Nos da mucha alegría porque este es un deporte que está muy arraigado en nuestro pueblo y el crecimiento de su práctica en los varones le da un nuevo impulso. El cesto siempre se está reinventando”, aseguró. Repudio Por otro lado, el subsecretario planteó la paradoja existente con este deporte que en estos días vive a pleno la disputa de su máximo certamen, pero también está sufriendo por la decisión del Gobierno nacional, que lo eliminó de los Juegos Evita. “Es un hecho muy doloroso. Lamentamos que la Confederación Argentina pierda este espacio y también lo sentimos por la enorme cantidad de jugadores y jugadoras de todo el país que pierden la posibilidad de participar de una competencia tan importante para el desarrollo de la actividad”, afirmó Almudévar, que hizo hincapié en que para La Pampa el sufrimiento es aún mayor, porque se trata de una Provincia en la que el cestoball se juega masivamente desde hace décadas. En este sentido, el funcionario relacionó esta decisión con la política que viene implementando el Gobierno nacional en perjuicio de los clubes de barrio. “Debemos repudiar enérgicamente la avanzada de los sociedades anónimas en clubes de pueblos y barrios, y en esto debemos estar todos juntos”, señaló Almudévar con relación a la creación de las Sociedades Anónimas Deportivas por parte del gobierno de Javier Milei. “Los clubes son de los barrios, de los socios, son del pueblo. Familias enteras han hecho crecer a estas instituciones. Las SAD vienen con un fin exclusivamente económico y su único propósito es obtener ganancias. Por donde han pasado dejaron tierra arrasada. Por eso nuestro interés es que los clubes sigan siendo de sus socios y continúen creciendo, como lo han hecho siempre centenares de instituciones a lo largo y a lo ancho del país”, señaló el funcionario. La Pampa tiene numerosos ejemplos que marcan la importancia de los clubes de barrio y uno de ellos proviene justamente del cestoball. Una de las máximas glorias de este deporte, a nivel nacional, es la pampeana Zoraida Parada, surgida del Club General Belgrano, de Santa Rosa, del que su padre fue uno de sus fundadores. Zoraida sigue vinculada con “su Club”, ayudando en la formación de las y los jóvenes deportistas, aportando elementos y jugando, como lo hizo toda la vida. A punto tal que nunca quiso mudarse de su casa en Villa Alonso para no alejarse de Belgrano. Ese es el grado de pertenencia que se tiene con los clubes de barrio.