Este domingo Atlético Santa Rosa deberá enfrentar al Deportivo Uriburu en el Mateo Calderón por la segunda fecha del Torneo Clausura de la Liga Cultural Zona Norte e intentar sumar los primeros puntos que lo alejen del fondo de la tabla.
El Albo, unos de los otroras animadores del campeonato local, además y en consecuencia una de las instituciones más fuertes de la ciudad, hace años que viene padeciendo inconvenientes de todo tipo.
Por lo pronto y estrictamente en el ámbito deportivo, el equipo de fútbol fluctúa en los últimos puestos de la tabla de posiciones y –de persistir esta situación en el presente campeonato- se encamina a descender de categoría.
El martes, el adiestrador Pablo “Chino” Alanís, dio por finalizado su vínculo y renunció, luego de no lograr encontrarle el rumbo al equipo, no lograr cosechar ningún punto en el Clausura y redondear una paupérrima participación en el Apertura, lo que coloca al conjunto en la última posición de la tabla general.
Pero no fueron meramente los resultados los que empujaron al DT a dar un paso al costado. El club se encuentra en un desorden institucional crónico que, luego de la diáspora de los dirigentes, quedó en manos de algunos socios voluntariosos que intentan –por ahora sin éxito- encausar a Santa Rosa. O al menos ordenar un poco las cosas y convocar a elecciones.
Esta semana los entrenamientos del primer equipo fueron “dirigidos” por Oscar Roberto “Toto” Cornejo, quien es uno de los integrantes del plantel de jugadores, en una muestra de la desprolijidad en que se halla inmerso el club.
Pero, sorpresivamente y aunque no hubo ningún indicio cuando comenzó la semana, en la práctica de este viernes las indicaciones a los futbolistas las dio Rubén Ernesto “Panza” Susvielles, un nombre histórico de Atlético Santa Rosa.
Foto: Facebook «La hinchada del Albo»